“El lenguaje inclusivo genera una incomodidad natural y vale la pena pensar el por qué”

. Novedades

La exrectora de la Universidad de Córdoba brindará mañana viernes una conferencia sobre el lenguaje inclusivo en la Facultad de Humanidades

Mañana viernes, desde las 17 horas, en el Salón de Conferencias de la Facultad de Humanidades de la UNCA, se llevará a cabo la conferencia denominada “¿Qué importancia tiene adoptar un lenguaje inclusivo?” que será brindada por la doctora Carolina Scotto, profesora de Historia, doctora en Filosofía y Política y exrectora de la Universidad Nacional de Córdoba. La entrada es completamente libre para todos los interesados en el tema.
“A la conferencia le hemos dado un título en forma de pregunta, ya que hay un conjunto de interrogantes que rodean al tema, por lo que la idea es reflexionar entre todos, con las opiniones, perspectivas y conocimientos que cada uno tiene. La irrupción de una cierta manera de hablar acerca del género, más allá de las categorías gramaticales que la lengua nos obliga a utilizar para distinguir entre sólo dos géneros y utilizar a uno de ellos para hablar de todos, que es el género masculino para referirnos a todas y todos; está generando un debate acerca de si la lengua es modificable de esa manera, por un lado, y por otro, sobre los beneficios que podrían derivar de adoptar esta manera de hablar”, expresó la conferencista.
“Muchos investigadores destacan el hecho llamativo de que ha habido muy pocos cambios lingüísticos que procedan de esta manera en tan poco tiempo, y, además, modificando aspectos de la lengua que no sea la incorporación de nuevas palabra, ya que el lenguaje permanentemente las incorpora para referirse a nuevos objetos de interés de los que queremos hablar. Sobre esto, pensemos en nuestra cultura desde el punto de vista tecnológico y las palabras que aprendemos a usar y cómo se dan estos cambios en las diferentes generaciones”.
Scotto consideró que “aquí lo que se está queriendo modificar es una regla básica que aprendemos muy tempranamente y que nos cuesta muchísimo cambiar. Esto genera una incomodidad natural y vale la pena pensar el por qué”.
En relación a las causas de esta “incomodidad”, la doctora consideró que “el factor que parece más evidente es, por su irrupción generalizada en relativamente poco tiempo, apropiada por las generaciones más jóvenes, acerca de cómo tratar las cuestiones de género, la mayor inclusividad y una mayor conciencia de la diversidad de género, lo que, naturalmente, genera ciertas reacciones en la formación, los valores y los patrones de pensamiento de las generaciones más adultas. Es natural que esto ocurra, pero también es importante que se debata y reflexione”.
“También está la cuestión específicamente lingüística, que tiene que ver con las reglas del uso del lenguaje. Y en este caso, genera la obligación de decir más palabras y éste es otro de los argumentos que se utiliza contra el lenguaje inclusivo. Por ejemplo, decir ‘los, las, les’ lleva más tiempo y esfuerzo que decir ‘los y las’ o directamente ‘los’ al hablar de todos. Es lógico que haya esta revuelta, pero hay que discutir si esa idea, de patear un poco el tablero en nuestra manera de hablar, puede tener o no los efectos positivos que se esperan. Hay que ver si esto genera una manera de representarnos más allá de los meros rótulos lingüísticos, y genere una cultura más propensa a la diversidad y la inclusión y no solamente una manera de hablar diferente”.
Por último, la especialista indicó que “tampoco es que la gente hable como la Real Academia dice que es la correcta. La lengua cambia constantemente y para nosotros es más o menos la misma, pero en realidad, si la miramos en una escala temporal mayor, ni la lengua de mis abuelos ni la de mis nietos, va a ser la misma que la mía”.