Humanidades: 28 egresados recibieron su diploma
En la tarde del jueves, en el Aula Magna “Profesor Federico Emiliano Pais” de la Universidad Nacional de Catamarca, se llevó a cabo el acto de colación de grado 2019 de la Facultad de Humanidades, en el marco de la conmemoración de los 70 años del establecimiento de la gratuidad universitaria en Argentina.
Fueron 28 los egresados en esta colación, la segunda del año de la mencionada Facultad.
Luego de la interpretación de un tema musical por parte del reconocido cantante catamarqueño Rafael Toledo, habló en nombre de los egresados el Lic. Gonzalo Emanuel Reartes, quien obtuvo el título de Licenciado en Filosofía. Posteriormente dio un mensaje a los graduados la decana de Humanidades, Mgter. Patricia Breppe.
“Mañana (por hoy viernes) se cumplen 70 años del decreto de supresión de aranceles universitarios que dio inicio a la gratuidad de la educación superior –dijo Reartes, oriundo del departamento Belén-. Así se sentaba una base legal a un proceso de discusiones, demandas y luchas que se habían iniciado con la Reforma del 1918, en la que estudiantes movilizados impulsaron algunas ideas que triunfaron, entre ellas la libertad de cátedra, concursos docentes, el cogobierno y la autonomía. Pero hubo otras ideas que no triunfaron en ese momento, por ejemlo la gratuidad de la enseñanza universitaria”
Añadió: “Me interesa destacar cómo una propuesta movilizada por estudiantes fracasa un momento y 30 años después se convierte en un decreto presidencial. 30 años después, luego de movilizaciones estudiantiles, debates en universidades, publicaciones en revistas, conferencias y una militancia constante, en 1949, el presidente Perón suprime los aranceles universitarios. Era una lucha ganada contra la educación superior como patrimonio de la oligarquía, contra la concepción de un símbolo de casta aristocrática, como privilegio exclusivo de clase adinerada y de apellidos cuya sonoridad resuena con eco colonial. Podemos recordar estos acontecimientos para advertir que las reformas son posibles, aprovechar la oportunidad para indagar hasta qué punto se ha cumplido el ideal de gratuidad hoy en día, qué nuevos dispositivos de selección y exclusión ha reinventado la universidad, cuáles son las nuevas demandas que la universidad hoy puede atender”.
“Por eso compañeros, ojalá regresemos a nuestros hogares, a nuestros pueblos, y pongamos cada vez más en valor los legados y herencias de este pedacito de mundo entre montañas, los legados de las palabras de los mayores, teniendo en cuenta que educar es interrogar y reinventar un mundo”.
Breppe, por su parte, señaló: “Sabemos que ustedes, nuestros egresados, mayoritariamente ingresarán al sistema educativo en sus diferentes niveles de formación y lo harán en dos dimensiones fundamentales. Por una parte, los aspectos teóricos y epistemológicos de las ciencias sociales interpelan a las teorías centrales, que ya no son referencias absolutas para investigar la realidad social en sus particularidades y en sus generalidades. Entonces es necesario desplazar potencialidades analíticas e interpretativas en el contexto sociocultural local y regional donde desarrollan sus prácticas profesionales, para permitir la renovación del pensamiento académico. La otra dimensión fundamental de nuestra formación se centra en el sistema de valores, que la educación posibilite un buen vivir para la sociedad. Existen diversas interpretaciones acerca de los sistemas axiológicos y su visión en el contexto contemporáneo: algunos sostienen la presencia de un gran vacío existencial que se refleja en la pérdida de horizontes compartidos y en la creencia de visiones colectivas vinculantes que generen un impacto global en el conjunto de la sociedad, caracterizada por los valores hedonistas, permisivos, psicologistas, que configuran una imprecisión de la esfera privada de las creencias y los roles, una nueva fase en la historia de la individualismo occidental. Contrariamente, desde una perspectiva de los orígenes sociales de la moral, se afirma que estamos ante una época de transición caracterizada por la existencia de una moral contemporánea plural, multicultural, con diversidad valorativa que desembocará necesariamente en el universalismo ético”.
“Queridos egresados –finalizó la decana de Humanidades-, como siempre repito, ustedes no deben olvidar que egresan de una universidad pública sostenida por el pueblo argentino, que garantiza su gratuidad desde hace 70 años, y que su formación se plantea en la reivindicación permanente del carácter emancipatorio de lo público. Nuestra patria los necesita siempre, y hoy más que nunca, para que se constituyan en educadores e investigadores que impartan en sus aulas una formación ética y epistémica que contribuya a consolidar una cultura democrática basada en los valores de la solidaridad, el respeto por la diversidad, la decencia y la permanente búsqueda y concreción de la inclusión que deberá estar presente en las prácticas cotidianas de todo proyecto formativo de intervención o de investigación”.
La toma de juramento estuvo a cargo del rector de la UNCA, Ing. Flavio Fama.
Los egresados corresponden a las carreras de Traductorado Público Nacional en Inglés, Profesorado y Licenciatura en Geografía, Licenciatura en Ciencias de la Educación, Licenciatura en Filosofía, Licenciatura en Letras, Licenciatura en Historia, Licenciatura en Psicopedagogía, Licenciatura en Gestión Educativa, Licenciatura en Educación Especial y Licenciatura en Trabajo Social.