COVID-19: la importancia de contar con información precisa, confiable y oportuna
Por Dr. Daniel Esteban Quiroga*
La Organización de los Estados Americanos (OEA), en diferentes documentos señala que el acceso a la información pública, es un “derecho para ejercer otros derechos”. Esta afirmación se suma a un sinfín de convenciones y leyes nacionales que establecen que el acceso representa un derecho fundamental para todos los ciudadanos que deseen buscar y recibir información de manos del Estado.
En la cotidianeidad de toda sociedad plural y democrática la información es indispensable para tomar decisiones certeras, característica que adquiere gran magnitud en este difícil momento que le toca vivir a la población mundial, donde cada decisión impacta fuertemente en toda la malla social sin distinción alguna y donde seguramente los más desventajados sean los vulnerables que poseen menor nivel de respuesta a la pandemia.
Por lo tanto, acceder a la información cobra una nueva dimensión que fortalece principalmente a los gobiernos democráticos, ya que todo análisis que generen los especialistas se convertirá en un poderoso mecanismo de autocorrección y aprendizaje. Una sociedad desinformada es una sociedad sin herramientas para adelantar pronósticos, planificar y diseñar políticas públicas, pero principalmente para afrontar cualquier contexto que le presente desafíos.
Al representar cualquier fundamento sobre el cual se toman decisiones, la información contenida en el sistema debe ser objetiva y oportuna, principalmente para aquellos usuarios clasificados que pueden contribuir desde la experiencia a la necesidad del momento. Pero también debe ser levante para describir la situación real y confiable en la forma en que es recolectada, contar con instrumentos metodológicamente consolidados, evitando consultas irrelevantes que atente contra la calidad de la información.
Se debe resaltar que las dimensiones: datos, información y sistemas de información, son conceptos íntimamente relacionados entre sí, tal es la conjunción de los mismos que si uno falla todos fallan: si los datos no permiten explicar el fenómeno entonces no son de utilidad para la toma de decisiones y si los mismos no son organizados y presentados de forma útil para los especialistas, entonces no se constituyen como información.
Es muy difícil en este contexto de pandemia, poder trabajar con partes diarios que solo informan total de positivos, contagios diarios, recuperados, activos y testeos PCR. Se necesita disponer de información clasificada que permita cotejar la información con algunos aspectos socio demográfico de los infectados para consolidar un conocimiento más detallado del impacto del nuevo Covid-19 en la población.
En Catamarca, hasta no hace mucho tiempo, la respuesta a esta necesidad se encontraba en el pasado, pero la actualidad provincial deja sin sustento cualquier pretexto, ya que contamos con un crecimiento científico exponencial, dentro del cual se puede encontrar importantes especialistas en la materia avalados por sus aportes nacionales e internacionales. En este sentido, se debe sortear de una vez por todas la brecha entre el conocimiento científico y las políticas públicas, generando espacios de diálogo e interacción.
Por último solo queda mencionar que, ante tan difícil y compleja situación, adquiere relevancia: 1) Consolidar nuestros sistemas de información, 2) Aprovechar las bases de datos ya existentes y 3) consolidar equipos de especialistas para profesionalizar la captación y consolidación de la información disponible.
El Norte es contener y mejorar las circunstancias de vida de la población, basándose en información con una visión objetiva de la situación, rigurosamente oportuna dada la velocidad del impacto de la pandemia y accesible para toda aquella persona que desee conocer los datos que se generan.
* Daniel Esteban Quiroga es investigador Asistente de CONICET- Docente Investigador de la Facultad de Humanidades, UNCa