Comenzó el Congreso Latinoamericano de Humanidades y Ciencias Sociales
Ayer miércoles a la tarde se puso ayer en marcha el I Congreso Latinoamericano de Humanidades y Ciencias Sociales que organiza la Facultad de Humanidades de la UNCA. La conferencia inaugural estuvo a cargo de la escritora, antropóloga y activista feminista Rita Laura Segato, que en horas de la mañana fue distinguida Doctora Honoris Causa de la Universidad Nacional de Catamarca, con mención especial al mérito académico-científico.
Previo a la conferencia, en la presentación oficial del importante evento, hicieron uso de la palabra la decana de Humanidades, Lic. Lilia Exeni, que mencionó a las Jornadas Disciplinares, los Congresos de Ciudades y Pueblos del Interior, entre otros encuentros, como “acciones pensadas y desarrolladas por gestiones anteriores a la nuestra que constituyeron la base sólida para la organización del congreso que hoy nos convoca. Y cuyo objetivo es reflexionar sobre los desafíos actuales de la educación pública en general y de la educación pública en nuestros campos disciplinares en particular”.
“El mes de septiembre llega para la familia universitaria cargado de emociones y de evocaciones, en virtud de una serie de acontecimientos que se han pensado como homenaje a los 50 años de nuestra querida Universidad Nacional de Catamarca –agregó-. Y también llega como un reconocimiento a quienes durante los últimos años de la década del ’60 y los primeros del ’70 con voz fuerte y firme reclamaron por el derecho a la educación para ellos, para sus hijos y para las generaciones futuras, es decir, nosotros y nosotras. Por esa razón, en un marco de compromiso con aquellos trascendentes hechos, este primer Congreso Latinoamericano de Humanidades y Ciencias Sociales ha nacido con el propósito de generar espacios dialógicos que nos permitan analizar y discutir los diferentes temas y problemas inherentes a las humanidades y a las ciencias sociales”.
Dijo además que “desde nuestros lugares de trabajo y en un marco de pluralidad, respetamos las incumbencias de cada una de las carreras de cada una de las disciplinas de los departamentos, escuelas y facultades que forman parte de esta urdimbre de saberes que representa a la universidad. De la misma forma, hacia el interior de nuestra unidad académica, intentamos construir espacios democráticos que visibilicen la heterogeneidad de discursos, de ideologías y de dinámicas de trabajo que nos otorgan una identidad. Un modo diferente de sentir, de pensar y de hacer. Entendemos que para un gran sector de la sociedad, los y las humanistas somos problemáticos y problemáticas, contestatarios; pero los y las humanistas nos hemos formado teórica y metodológicamente para cuestionar, para discutir, para reaccionar y defender las causas que nos atraviesan y que impactan directamente en la comunidad. Ese es nuestro espíritu, mientras el progreso avanza con su vertiginosidad”.
A su turno, el rector de la UNCA, Ing. Oscar Arellano, felicitó “a la Facultad de Humanidades y a todo su equipo de conducción y de trabajo por este excelente Congreso y por plantear este tema tan importante que es el desafío de discutir la universidad pública y la educación pública. Hace poco, y ya nos estamos olvidando, pero hemos estado atravesados por una pandemia que la verdad que nos puso en el debate y el desafío de afrontar bajo esas circunstancias la continuidad de la educación. Las universidades principalmente, a nivel país y creo que en el mundo, pudieron dar respuesta, porque tenían algún nivel de preparación respecto al uso de herramientas virtuales y la posibilidad de la educación a distancia. Este quizás sea uno de los principales desafíos en el corto plazo de la universidad pública argentina, es poder encontrar las herramientas de la enseñanza virtual y la enseñanza presencial que permitan amalgamar lo mejor de cada una de estas formas de enseñanza para elevar la calidad educativa de nuestros egresados”.
Indicó que “el contexto de pobreza que tenemos a nivel nacional, y obviamente a Catamarca no está ajena a eso, hace que muchos chicos que quieran venir a estudiar a nuestra universidad precisan necesariamente del respaldo económico para poder hacerlo. Pero el nivel de pobreza los excluye del sistema, no pueden venir acá. Por lo tanto la posibilidad de buena parte de la enseñanza es poder irse a la educación a distancia y llegar a esos chicos y chicas. El desafío de la universidad es poder ser inclusivos, permitiendo llegar a cada uno de ellos en el lugar donde estén”.
“La inclusión no solamente es ingreso, la inclusión es egreso –dijo-. Y acá aparecen otras herramientas importantes que creo necesario traer a colación. La decadencia paulatina pero permanente que tenemos en el sistema de educación a nivel nacional, y conociendo estos factores de alto nivel de deserción que tenemos en primer año, implementamos un ciclo básico de capacitación para que lo hagan en el año previo de ingresar. Lo queremos ampliar el año que viene a un año de estudio a los efectos de generar las herramientas, las capacidades y las posibilidades de que cuando ingresen, si se tienen que ir no sea porque no tienen las capacidades suficientes y necesarias para ser exitosos en el inicio de la carrera”.