Actividades en el marco del Proyecto de Extensión: participación activa de grupos de Agricultura Familiar de Valle Viejo en la transformación del territorio. Haciendo Redes

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Esta propuesta multiactoral donde la sinergia entre investigación, extensión y docencia se concretan en la propuesta presentada por la Lic. María Isabel Pessacq, docente investigadora del Departamento Trabajo Social de la Facultad de Humanidades, se inició en el mes de mayo concluyendo formalmente el 27 de octubre, con los objetivos de coordinar acciones con las instituciones dirigidas al sector y promoviendo la participación activa de Grupos de Agricultura Familiar de Valle Viejo en la Transformación del Territorio.

El proyecto refuerza trayectos estudiantiles de 4 cursantes de 3er y 5to año de las cátedras Práctica Sistematizada III, Nivel de Abordaje Grupal y Seminario de Salud, junto al equipo de las mencionadas cátedras. Se trabajó junto a los actores en territorio las problemáticas identificadas: aumento de las dificultades para acceder al agua y a la tierra, la falta de diversificación de los cultivos y el alto uso de agro tóxicos. Son las acciones que llevaron a trabajar con instituciones formalmente incorporadas al equipo: Diplomatura en AF y transformaciones Territoriales UNSE- CONICET, Secretaría de Planificación de la Municipalidad de Valle Viejo, INTA, SAFCI, Ministerio de Salud de la Provincia, Red Atizar Abastece y cooperativa Catchalahueca.

Los beneficiarios directos fueron los Grupos de la Agricultura Familiar: Cooperativa de Mujeres Felisa Herrera, Gupo de Mujeres Huerta Pozo el Mistol, Huerta SOEM, Asociación de Productores San Isidro Labrador y Grupos de Horticultores no asociados, con alrededor de 53 familias.

Las prácticas agroecológicas y diversificación de la producción, fueron algunos de los objetivos planteados para tal fin. Pero también se trabajó en las mejoras de distribución, presentación y comercialización de alimentos por parte de Grupos de la Agricultura Familiar del Departamento Valle Viejo; contribuyendo con actividades desarrolladas por la Municipalidad de Valle Viejo.

Co tercer objetivo se logró incorporar al cursado de la Diplomatura en Agricultura Familiar y transformaciones Territoriales UNSE CONICET de 4 productores integrantes de las organizaciones mencionadas. La propuesta multiactoral logró potenciar resultados de las actividades de Extensión, Docencia e Investigación realizadas en el marco del proyecto. También, se subraya la contribución con el municipio en la meta de lograr que la comunidad pueda Contar con alimentos sanos y frescos en la cercanía.

Los Grupos de la Agricultura Familiar resisten adecuando sus prácticas ancestrales a las nuevas características del territorio. Estas transformaciones territoriales producen nuevas y acentúan viejas dificultades, disponen de menos tierras apropiadas para la producción teniendo que desplazarse a nuevas parcelas arrendadas o fiscales.

La producción de algunos Grupos de la Agricultura Familiar convocados para este proyecto solo realiza producción de hortalizas, es decir han perdido la diversidad de cultivos en sus fincas, y realizan un uso indiscriminado de agro tóxico en deterioro de su salud, la de la comunidad y la naturaleza. “Antes se producía zapallo, ají, algodón, todo variado, membrillo también (entrevista a Alcira).

El presente proyecto se formuló de manera participativa con los diversos actores presentes en el territorio, entendiendo el territorio como el entramado complejo en el que las comunidades establecen relaciones entre sí y con la naturaleza.

Estas relaciones pueden pensarse de manera compleja, reconociendo diferentes dimensiones: la dimensión económica, es decir las relaciones que se establecen en los territorios para la satisfacción de las necesidades, la producción y distribución de valor o riquezas que se producen y el consumo. La dimensión política, como toda actividad impulsada para cumplir objetivos, ideales y proyectos de transformación favorable de la realidad, se expresa en los valores desde los que se moviliza la acción participativa para la transformación de la realidad cotidiana. La dimensión ambiental expresa nuestra relación con la naturaleza de la que somos parte. Y la dimensión cultural, que se manifiesta en los modos de reproducir nuestra existencia social en la vida cotidiana, tanto material como no material. Estas múltiples dimensiones se muestran en las formas de saber y de hacer para transformar y transformarnos en nuestros territorios.