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Especialización en Políticas Públicas sobre Género y Violencia de Género

. Carreras de Posgrado

Fundamentación

En el escenario social contemporáneo -tanto en sus características y configuraciones políticas, como en sus matrices y modulaciones epistémicas- no se pueden soslayar los imprescindibles aportes que, desde por lo menos los últimos 50-60 años, han venido realizando los movimientos feministas, las teorías feministas y los estudios de género en la construcción de nuevas y más fecundas visiones y formas de comprender, habitar y producir el mundo.

Lo que en su largo y conflictivo caminar histórico-político han logrado estas perspectivas y movimientos es abrir paso al des-en-cubrimiento, identificación y caracterización del patriarcado, como una dimensión clave y constitutiva del orden social moderno(-colonial-capitalista) y del sistema hegemónico de relaciones sociales contemporáneas. Con ello aludimos a un patrón de poder que, desde la raíz misma de la concepción naturalizada de las diferencias sexuales de los cuerpos humanos, ha dado lugar al montaje de todo un sistema de dispositivos de discriminación, explotación y dominación ejercido sobre las mujeres y la condición femenina en general. El patriarcado -entendido como un patrón de poder inherente al régimen de relaciones sociales propio de las sociedades moderno-contemporáneas- ha hecho del género una tecnología biopolítica que ha tallado en los cuerpos, en los territorios y en las institucionalidades del Mundo Moderno, esos dispositivos de discriminación-explotación-dominación.

La consideración de las diferencias biológicas como fijezas ontológicas en función de las cuales se derivan “capacidades diferenciales naturales”; la asignación de un conglomerado de disposiciones actitudinales, motivacionales, cognitivas y prácticas a los “varones”, en contraposición al de las “mujeres”; y luego, en función de tales “diferencias”, la determinación de roles y posiciones que unos y otras “deben” desempeñar y ocupar en la vida social -ámbitos de actuación, además, profundamente asimétricos en términos de valoración y medios de poder-, han sido las operaciones básicas fundamentales mediante las cuales el sistema patriarcal de género ha estructurado el conjunto de la vida social moderna. Este fundamental dispositivo de discriminación sexista entre las personas se halla en las bases de todo el andamiaje organizacional, normativo, económico-productivo, jurídico-político y epistémico del mundo moderno.

Así, junto con la condición étnica o racial, la clasificación de la condición humana bajo el binomio varón-mujer, entendidos éstos como un conjunto de atributos, facultades y roles antitéticos, fijos y dados, incluso pre-existentes a lo social, anteriores al mundo del lenguaje, el poder y las relaciones sociales, ha funcionado desde los propios orígenes de las sociedades modernas, como el más elemental dispositivo de clasificación, jerarquización y dominación de los cuerpos-de-mujeres. En el límite, las definiciones modernas de lo Humano han estado marcadas y delineadas por una concepción eminentemente androcéntrica y patriarcal que ha relegado a la mujer y a lo femenino en general, al lugar de lo marginalmente humano.

Tanto en términos económicos, como políticos y epistémicos, el sujeto histórico por excelencia del Mundo Moderno, fue el Sujeto Masculino (y, en gran medida, lo sigue siendo). La mujer, por el contrario, “nació” a la Modernidad como una identidad y una condición radicalmente despojada y devaluada: expropiada de su condición de sujeto; subordinada, a lo largo de su vida, a diferentes roles de autoridad y de poder ejercidos por varones; y sujeta a funciones y posiciones sociales completamente invisibilizadas, desvalorizadas; a condiciones de existencia estructuralmente precarias y adversas.

Todo el universo institucional de las sociedades modernas hegemónicas, desde la familia al Estado, la ciencia, pero también la religión, la propiedad, el dinero, el mercado, su propia fuerza de trabajo y hasta la noción eminentemente moderna de “autonomía individual” fueron -ab initio y por “su propia naturaleza”-, campos de actuación vedados a la mujer y/o, mejor dicho, ámbitos de (re)producción de los dispositivos sociales de discriminación, explotación y dominación de la condición femenina. Las profundas y evidentes desigualdades económicas, sociales, culturales y políticas que afectan más que diferencialmente a las mujeres a lo largo y ancho de la geografía institucional y política moderna tienen así su explicación no en “diferencias naturales” sino en la compleja genealogía de la configuración patriarcal de las sociedades modernas.

Al sacar a la superficie estas “estructuras elementales de la violencia” (Segato, 2013), los Estudios de Género (abonados fundamentalmente por movimientos de mujeres y feministas, así constituidas en sujetas epistémico-políticas) contribuyeron decisivamente, no apenas a abrir un nuevo campo de investigación para las ciencias sociales y humanas, sino a generar una auténtica revolución epistémica, en tanto y en cuanto la/s epistemología/s feminista/s involucraron una radical deconstrucción y revisión de los supuestos ontológicos y gnoseológicos sobre los que históricamente se fundó la ciencia moderna. Pero más aún, al permitir identificar los mecanismos estructurales de opresión y las injusticias históricamente acumuladas sobre los cuerpos de las mujeres, estas perspectivas dieron lugar a una enorme multiplicidad de iniciativas, estrategias, campos y formas de actuación políticas que procuraron avanzar en la eliminación, superación, transformación de las estructuras patriarcales y dispositivos de la dominación masculina, presentes y actuantes en todos y cada uno de los ámbitos de la vida social contemporánea.

Con ello, no sólo fueron completamente trasvasadas y suprimidas las fronteras violentamente instauradas por el poder patriarcal entre lo público y lo privado, lo reproductivo y lo productivo, sino que también las dicotomías epistémicas fundantes de la ciencia moderna (nos referimos a las separaciones entre lo objetivo y lo subjetivo, lo emocional y lo racional, los hechos y los valores, lo universal y lo particular, lo intelectual y lo corporal, entre otras) quedaron absolutamente caducas, o al menos, desnudadas en su arbitrariedad.

Al trazar la genealogía del sistema patriarcal moderno, al develarlo como un patrón de poder en sí mismo pero históricamente articulado a las macro-estructuras del sistema de dominación moderno (el colonialismo, el racismo, el capitalismo, el Estado racional-burocrático), los Estudios de Género no sólo contribuyeron a deconstruir el género como una tecnología biopolítica de dominación, sino que lo habilitaron como ámbito por excelencia de politicidad y de politización de la vida (vida cotidiana e Historia, vida pública y privada, vida personal y colectiva) en la continua tarea de autonomización de mujeres y varones y de democratización de las relaciones sociales.

Así, desde el punto de vista científico, al abrir una nueva perspectiva de concebir, conocer y comprender el mundo social, al inaugurar una nueva dimensión del pensamiento crítico, la/s epistemología/s feminista/s y los Estudios de Género se han erigido en contribuciones fundamentales para el campo de las ciencias sociales y las humanidades. Ninguna disciplina de las Ciencias Humanas y Sociales queda exenta o al margen de los desafíos epistémicos, teóricos, metodológicos y ético-políticos que implican los aportes e interpelaciones del feminismo para sus respectivos campos y tradiciones teóricas consolidadas.

Desde el punto de vista político, las ciencias sociales y el conjunto de instituciones, espacios y esferas de actuación y participación en la producción de la vida social, tienen en los estudios feministas y de género un campo dilecto de producción de saberes, conocimientos, herramientas y estrategias de intervención específicamente orientados a remover las bases estructurales de la discriminación y la dominación patriarcal, a estimular políticas de género respetuosas de las autonomías y derechos personales y colectivos, y a promover regímenes de relaciones sociales democráticos, igualitarios y justos.

La visibilización y el re-conocimiento social de esta problemática, logrado como consecuencia de las luchas epistémicas y políticas de organizaciones feministas y movimientos de mujeres, permitió paulatinamente ir ampliando el espectro de derechos, provocando cambios en los sistemas normativos y el desarrollo de políticas públicas específicamente orientadas a combatir las asimetrías estructurales y la violencia de género.

Desde la segunda mitad del siglo pasado, las luchas de las mujeres que se venían desarrollando al interior de los Estados, cobra resonancia también en la esfera de la comunidad internacional. En 1952, las Naciones Unidas estatuye la Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer; en 1957 y 1962 las Convenciones sobre la nacionalidad de la mujer casada y sobre el consentimiento y la edad mínima para el matrimonio; hasta llegar a 1979, con la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW), luego también ampliado e instrumentalizado vía el Protocolo facultativo de 1999. Asimismo, las Naciones Unidas impulsaron la celebración de Conferencias Mundiales sobre la Mujer, para abordar diferentes problemáticas relativas a las desigualdades de género y a las múltiples y diversas situaciones y formas de violencia contra las mujeres. Desde la primera conferencia celebrada en México en 1975, le siguieron Copenhague (1980), Nairobi (1985), y Beijing (1995). En esta última, 189 países suscribieron la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, con consideraciones y recomendaciones para el cumplimiento integral de los derechos humanos en las mujeres y diferentes disposiciones en materia de educación, salud, economía, ambiente, y participación política entre otras.

A lo largo de estos procesos, los movimientos fueron construyendo diferentes perspectivas reivindicativas y estrategias políticas, lo que, muy esquemáticamente, puede reflejarse en la diferenciación y/o periodización entre el feminismo de la igualdad de los años ’70, el feminismo de la diferencia de los ’80, y el feminismo crítico de los ’90. En consonancia, se fueron desarrollando también diferentes enfoques de ‘políticas sensibles al género’, según objetivos y tipos de intervención, como las políticas para mujeres, las políticas de acción afirmativa o discriminación positiva, las políticas con enfoque de género y de transversalización de género (Rodríguez Gustá, 2008). Entre las perspectivas que abordan más integralmente estas problemáticas se ubican las políticas con perspectiva de género que se proponen una redistribución de recursos materiales y simbólicos para la ampliación de oportunidades, el empoderamiento y las políticas de transversalización de género o gender mainstreaming, que implican la “promoción de la igualdad de género mediante su integración sistemática en todos los sistemas y las estructuras, en todas las políticas, los procesos y procedimientos, en la organización y su cultura, en las formas de ver y hacer” (Acker, 1990, citado por Rodríguez Gustá, 2008: 115).

Ahora bien, pese a todos los avances y conquistas que se han venido logrando, persisten mecanismos de discriminación y situaciones estructurales de desigualdad y violencia que afectan a las mujeres en prácticamente todos los ámbitos de la vida social, en particular, en lo económico y en lo laboral (se ha aludido a los procesos de feminización de la pobreza), en lo educativo y cultural, en el ámbito de la participación y los derechos políticos. Pero principalmente, agravando aún más el panorama, el contexto contemporáneo en nuestro ámbito local, nacional e inclusive latinoamericano está signado por la persistencia y profundización de múltiples tipos y formas de violencias contra las mujeres, en particular, una inusitada ola de femicidios a lo largo y a lo ancho de toda la región, que pone de manifiesto la cruda vigencia de las formas más extremas del patriarcado. A las preocupantes cifras de femicidios, las estadísticas regionales dan cuenta de que diariamente se registran 500 episodios de violencia sexual y que 7 de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de violencia en la región (Núñez, 2013).

Frente a esta crítica realidad, nuestra Universidad, y nuestra Facultad en particular, no pueden permanecer ajenas o al margen. La grave vigencia de diferentes mecanismos de opresión y formas de violencias y violentamientos hacia las mujeres nos interpelan a abordar esta problemática, desde nuestro específico rol social, de ser una institución pública avocada a la formación y a la producción de conocimientos científicos.

En ese sentido, asumiendo el compromiso ético y político que entendemos nos compete, nuestra Facultad se ha planteado como objetivo la creación de la Especialización en Políticas Públicas sobre Género y violencia de género, concebida como un ámbito específicamente dedicado a la formación de profesionales, docentes e investigadora/es en Políticas Públicas de Género, que permita, por un lado, fortalecer las capacidades sociales e institucionales para el abordaje integral de las huellas de la violencia patriarcal en nuestra sociedad local, y, por otro, que favorezca la gestación y promoción de políticas de género y patrones de relacionamiento alternativos, basados en los principios de reciprocidad, justicia, respeto igualitario de derechos humanos fundamentales, respeto de la diversidad y la autonomía de las personas y la convivencia social democrática y exenta de cualesquiera formas de violencia.

Esta Especialización se plantea como propósito fundamental introducir a toda/os la/os docentes y estudiantes de nuestra Facultad y de otras instituciones educativas interesadas en la materia, en los estudios feministas (epistemologías y teorías) y enfoques de género, a fin de incorporar estas perspectivas como una mirada transversal ineludible a todas las ciencias sociales y humanas, en la que ninguna disciplina científica (ni política pública) puede quedar exenta.

En cuanto ámbito de formación especializada, la carrera procura también aportar las herramientas epistémicas y metodológicas que faculten a la/os estudiantes, docentes e investigadora/es en general a abordar y comprender el género como una tecnología biopolítica de la sociedad moderno-occidental hegemónica, emanada del régimen patriarcal de relaciones sociales que la constituye, pero también que faculte a entender el género, alternativamente, como una política de vida y un desafío político para nuestras sociedades contemporáneas.

A tal fin, la presente propuesta formativa parte de la necesidad fundamental de deconstruir el patriarcado como matriz fundamental de poder del régimen de relaciones sociales inherente al proyecto civilizatorio hegemónico de la Modernidad(-colonial-capitalista). Parte de la necesidad de conocerlo en cuanto producto histórico-político y epistémico; de trazar su genealogía, de analizarlo en su proceso de producción, en sus dispositivos y mecanismos de funcionamientos, en sus efectos, implicaciones y derivaciones.

Asimismo, reconociéndonos como parte de la sociedad local y nacional que nos contiene y a la cual debemos los aportes y productos de nuestro trabajo, a través de la Especialización en Políticas Públicas sobre Género y Violencia de Género, nuestra Facultad apunta a formar profesionales y a desarrollar capacidades personales e institucionales que permitan el abordaje y tratamiento de las causas, efectos, implicaciones y consecuencias de la violencia patriarcal, desde una perspectiva preventiva e integral, y en un horizonte de transformación radical.

En términos generales, con esta carrera apuntamos a ampliar el horizonte de conocimientos y saberes socialmente disponibles a fin de fortalecer las capacidades críticas y enriquecer la conciencia colectiva de nuestra sociedad local.

Duración, modalidad y título

Modalidad
Presencial

Localización de la Propuesta
Doctorado en Ciencias Humanas.
Facultad de Humanidades
Universidad Nacional de Catamarca
Rivadavia 265

Asignación Horaria total de la Carrera
La carrera tiene un total de 420 horas reloj y tiene una duración de 18 meses de cursado.

Denominación de la Carrera
Especialización en Políticas Públicas sobre Género y Violencia de Género
Denominación de la Titulación que otorga
Especialista en Políticas Públicas sobre Género y Violencia de Género

Objetivos

Objetivo general:
La Especialización se propone brindar un espacio de formación científica en el campo de las Políticas de Género, con una orientación especial en el desarrollo de competencias epistémicas y políticas para el abordaje integral de las problemáticas de discriminación, dominación y violencias emergentes de la configuración moderno-patriarcal hegemónica de las identidades y relaciones de género en nuestras sociedades contemporáneas.
Entendiendo el género como política de vida en general y como un campo sujeto a las modulaciones de las políticas públicas en particular, esta Especialización procura formar docentes, investigadora/es y profesionales experta/os en el estudio y el diseño de políticas públicas relativas al sistema de identidades y relaciones de género vigentes en nuestra sociedad, a fin de generar condiciones de visibilidad pública, concientización social y formulación de propuestas programáticas para el abordaje integral de las problemáticas de discriminación, dominación y violencias de género en su conjunto, y contra las mujeres en particular.
En tal sentido, esta Especialización busca mejorar, profundizar y fortalecer las capacidades de investigación y de abordaje de las diferentes problemáticas vinculadas a los múltiples mecanismos y modos de discriminación, dominación y violencia inherentes del sistema moderno-patriarcal de identidad/es y relaciones de género contra las mujeres en particular y contra las disidencias sexo-genéricas en su conjunto. A tal fin, el proceso de formación propuesto se orienta a brindar herramientas teórico-metodológicas para la investigación, el análisis, el diseño, la implementación y evaluación de políticas desde la perspectiva de género que apunten a la deconstrucción de las matrices patriarcales vigentes, la generación de marcos de abordajes integrales y preventivos contra las violencias de género y el desarrollo de propuestas programáticas de inclusión, equidad y respeto por las diversidades sexo-genéricas.

Objetivos específicos:
La implementación de esta Carrera apunta a:
  • Favorecer las capacidades institucionales y políticas de la sociedad local para afrontar de manera integral los factores socioculturales, económicos y políticos estructurales que subyacen a las problemáticas de la discriminación, dominación y violencias de género emergentes del sistema patriarcal y heteronormativo hegemónico.
  • Propiciar procesos de cambio sociocultural orientados a la democratización de los patrones identitarios y de relaciones de género vigentes en nuestra sociedad local y regional.
  • Desarrollar capacidades profesionales y políticas para el abordaje integral – con un enfoque preventivo, restitutivo y orientado a su erradicación definitiva- de las problemáticas de discriminación, dominación y violencias de género en general, y contra las mujeres en particular.
  • Favorecer la formación y la actualización de docentes y profesionales en el conocimiento de las epistemologías y teorías feministas y los estudios de género, como herramientas cognitivas fundamentales para la deconstrucción, crítica y transformación de la matriz patriarcal y heterosexista vigente en nuestras sociedades.
  • Formar investigadora/es y profesionales experta/os en la formulación, diseño, implementación, gestión, evaluación de políticas con perspectiva de género, en el ámbito público y privado, y en las distintas esferas de actuación social (educación, salud, seguridad, derechos humanos, economía y trabajo, derechos y participación política, etc.).
  • Formar docentes, investigadora/es y profesionales especializados en el estudio y los abordajes de las múltiples formas de dominación, discriminación y violencias inherentes a la matriz identitaria de género de la modernidad hegemónica, en la complejidad de sus interseccionalidades de clase, étnicas y etarias.
  • Formar investigadora/es y profesionales experta/os en el estudio, diseño de diagnósticos, elaboración y ejecución de políticas públicas orientadas a prevenir y procurar erradicar integralmente la violencia de género contra las mujeres en particular, en todas sus dimensiones y en las particularidades de sus manifestaciones en nuestra sociedad local y regional.

Plan de Estudios

Trayecto estructurado del Plan de Estudios
La Especialización en Políticas Públicas sobre Género y Violencia de Género
es una carrera estructurada y presencial organizada a través de 3 (tres) núcleos formativos que articulan 12 (doce) actividades curriculares que suman 420 (cuatrocientas veinte) horas reloj y 42 (cuarenta y dos) créditos.
La estructura curricular comprende tres grandes núcleos formativos:
• Un Núcleo de Formación Teórica Epistemológica, con siete seminarios que suman 250 (doscientas cincuenta) hs. en total y 25 (veinticinco) créditos.

Tiene como objetivos:
- Introducir a los participantes en las discusiones actuales acerca de las ciencias humanas y sociales en el contexto del pensamiento contemporáneo.
- Introducir a los participantes en el conocimiento de las teorías de género y las discusiones en el marco de las teorías feministas.
- Identificar las problemáticas socioculturales y políticas de género y violencia de género en la región a la luz de las transformaciones de las últimas décadas.
- Revisar críticamente las tradiciones de análisis de violencia de género.
- Profundizar el conocimiento de teorías y enfoques que facilite el abordaje de las temáticas y problemáticas de violencia de género locales y regionales a la luz de los ejes problematizadores de las ciencias humanas.

Contiene los siguientes espacios curriculares:
Epistemología de las ciencias humanas;
El sujeto moderno;
Estudios de género/Feminismo 1;
Políticas sociales y enfoque de género;
Teorías críticas de la violencia de género;
Políticas de abordaje y prevención de la violencia de género;
Estudios de género/Feminismo 2.

• Un Núcleo de Formación Metodológica, que contiene tres espacios curriculares que suman 110 (ciento diez) horas y 11 (once) créditos en total.
Tiene como objetivos:
- Introducir a los especializandos en las perspectivas actuales de la metodología de investigación en ciencias sociales y estudios de género.
- Desarrollar competencias para el diseño y puesta en práctica de proyectos de investigación en materia de género conforme a los enfoques cuanti y cualitativos.
- Desarrollar competencias para el uso de técnicas de investigación acción participativa en la tradición de la educación popular para el abordaje comunitario de la violencia de género.
- Desarrollar un Trabajo Final que implique un proceso analítico, crítico, con sustento teórico, innovador e integrador de los conocimientos adquiridos durante la especialización.

Contiene los siguientes espacios curriculares:
Metodología de investigación en Ciencias Sociales y Estudios de Género;
Taller de educación popular e investigación acción-participativa en género;
Seminario taller de seguimiento del Trabajo Final.

• Un Núcleo de Formación Práctica, que contiene dos espacios curriculares que suman un total de 30 (treinta) horas y 6 (seis) créditos en total.

Tiene como objetivos:
- Introducir a los especializandos en instancias de formación práctica vinculada a campos de intervención profesional y en los ámbitos laborales de interés de los participantes.
- Profundizar la reflexión y apropiación de técnicas de diagnóstico e intervención específicas de las problemáticas de género y violencia del contexto local y regional de acuerdo a los intereses de los estudiantes.
- Desarrollar competencias y capacidades para el análisis y elaboración de propuestas de intervención en los ámbitos administrativos estatales y socio-comunitarios frente a la violencia de género.

Contiene los siguientes espacios curriculares:
Taller sobre experiencias y perspectivas de abordaje en género, violencia y políticas públicas en América Latina;
Taller de planificación, gestión y evaluación de políticas públicas relacionadas con la violencia de género.





Cantidad de Horas

Número de orden

Nombre del Espacio

Teóricas

Prácticas

1

Epistemología de las Ciencias Humanas

50



2

El sujeto moderno

50



3

Estudios de género/feministas 1

30



4

Estudios de género/feministas 2

30



5

Políticas sociales y Enfoque de género

30



6

Teorías Críticas de la violencia de género

30



7

Políticas de abordaje y prevención de la violencia de género

30



8

Metodología de investigación en ciencias sociales y estudios de género

30



9

Taller de educación popular e investigación acción-participativa en estudios de género

15

15

10

Taller sobre experiencias y perspectivas de abordaje en violencia de género en América Latina.

15

15

11

Taller de planificación, gestión y evaluación de políticas públicas relacionadas con la violencia de género

15

15

12

Seminario taller de seguimiento del trabajo final

25

25





350

70

Destinatarios y requisitos de admisión

• Egresados de la Universidad Nacional y de otras Universidades del País con título de grado.
• Egresados de Universidades extranjeras con título de grado acreditados. La admisión del candidato no significará en ningún caso la reválida del título.
• Egresados de carrera de nivel superior de cuatro (4) años de duración que reúnan los requisitos que fije el Comité Académico.

Preinscripción

Aranceles

  • Inscripción $ 2000 y 15 cuotas de$ 2500
  • Cuota por mes (no se abonan aranceles por los seminarios, salvo quien desee hacer algún seminario independiente).
  • Inscripciones al año académico.
  • Los pagos se realizarán mediante transferencia bancaria a la cuenta de la Facultad de Humanidades C.B.U.: 0110466420046611770167.
  • Los recibos de los pagos se deben retirar en el Área Contable de la Secretaría de Administración (Avda. Belgrano 300).

Comité Académico

COMITÉ ACADEMICO
ESP. POLITICAS PUBLICAS DE GENERO Y VIOLENCIA DE GENERO

CUERPO DOCENTE
Dra. Alejandra Ciriza
Dr. Eduardo Mattio
Dra. Karina Bidaseca
Dra. Silvia Levin
Dra. Maite Rodigou
Mgter. Malena Lenta
Esp. Graciela Zaldúa
Dra. Roxana Longo
Esp. Claudia Sosa
E.P. Claudia Korol
Dra. Celestina Rearte
Dra. Elsa Ponce
Dra. María Eugenia Hermida
Dra. Belén Verón

COMITÉ ACADÉMICO
Dra. Karina Andrea Bidaseca
Dra. María Eugenia Hermida
Dra. Silvia Analía Levín
Dra. Roxana Gabriela Longo
Dra. Diana Helena Maffia
Esp. María Beatriz Medina
Esp. Claudia Inés Sosa

DIRECTORA DE CARRERA
Dra. María Belén Verón Ponce

Contacto

Posgrados - Nuevas cohortes

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Resoluciones F.H. durante la pandemia por COVID 19

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